En la Plaza de la Merced, haciendo esquina con calle Granada, aún continúa abierta la antigua farmacia de Antonio Mamely, hoy farmacia Bustamante, lugar en donde el padre de Picasso solía reunirse en ocasiones con sus amigos. Abierta en 1747 – es la más antigua de la capital - , en su trastienda le sorprendió a José Ruiz Blasco el terremoto que asoló la ciudad el día de Navidad de 1884, del cual Picasso conservó siempre un trágico recuerdo. De ella salió para recoger a su familia cruzando la plaza y dirigirse a un lugar más seguro.