Teniendo entonces el poco halagüeño nombre de calle Sucia, el muy respetado investigador Josep Palau i Fabre llegó a sostener que fue en esta casa donde realmente nació Picasso, inscribiendo la Plaza de la Merced, de nombre mucho más respetable, como una forma de aparentar una más desahogada y elegante forma de vida. Sin embargo, la documentación posteriormente encontrada no apoya esta hipótesis.