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El arte de Picasso llega al Museo Pera de Estambul

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El arte de Picasso llega al Museo Pera de Estambul

la foto 4La Fundación Picasso-Museo Casa Natal, que continúa su programa internacional de exposiciones, llega por primera vez a Turquía donde ha presentado esta mañana a los medios de comunicación turcos la muestra “Picasso. Grabados y cerámicas de su Casa Natal”. La exposición será inaugurada esta tarde en las salas de exposiciones del Museo Pera (Mesrutiyet Caddesi) de la ciudad de Estambul. La colección estará abierta al público desde esta tarde hasta el 20 de abril de 2014. Después de Estambul, la exposición permanecerá del 15 de mayo al 30 de junio en el Cer Modern (Ankara) y, más tarde, en el Arkas Art (Esmirna) desde el 10 de julio hasta el 30 de septiembre de 2014. “Picasso. Grabados y cerámicas de su Casa Natal”, compuesta por 69 piezas, constituye una completa panorámica de los modelos, estilos y técnicas del artista malagueño, entre 1921 y 1971, es decir, medio siglo de creación cambiante en la que combina y alterna clasicismo, cubismo y surrealismo.

En esta ocasión, los temas de la tradición se cuestionan, reinterpretan y reformulan a través de distintas secciones que reflejan y testimonian la incesante búsqueda de Picasso, su defensa de la libertad y la autonomía. La muestra se articula en torno a seis secciones temáticas, compuestas por grabados, más otras dos integradas por cerámicas, objetos y documentos personales, que tratan de transmitir la riqueza de las colecciones de la Casa Natal del artista. Estas seis áreas son las siguientes:

1. DOS REVISIONES: CRANACH Y DELACROIX Eugéne Delacroix (1798-1863), abanderado del Romanticismo con su rebeldía vital y su propensión al exotismo, y Lucas Cranach el Viejo (1472-1533) con sus esbeltos desnudos que compaginan elegancia y melancolía, fueron artistas predilectos de Picasso. Delacroix, con su conocida pintura “Las mujeres de Argel”, es el punto de partida para una serie de óleos, dibujos y grabados a los que Picasso se enfrenta en la década de 1950. Varias estampas, en las que alterna la línea pura y las sombras, combinando aguafuertes y litografías, en un ejercicio de intensificación de las formas y una creatividad creciente. Mecanismos parecidos emplea en las reinterpretaciones de “David y Bethsabé” y “Venus y el Amor”, basados en Cranach, a los que acompaña una delicada revisión del retrato de una joven que utiliza las maneras del maestro renacentista alemán para reflejar los rasgos de Françoise Gilot, compañera de Picasso.

2. UNA BELLEZA CONVULSA En la década de 1920, en plena crisis de su matrimonio con la bailarina rusa Olga Khokhlova, Picasso encontró una vía de escape, y por tanto de liberación, en el reconocimiento de los jóvenes surrealistas que en él veían a un pionero y una figura inspiradora. En este contexto, el artista adopta la nueva estética que había percibido del cubismo para desarrollar la defensa de la intuición y de la libertad y de la belleza convulsa, reflejada en esta selección de obras. La serie de estados de la litografía “Dos mujeres desnudas” sirve para seguir de cerca el proceso creativo de Picasso: desde la nebulosa original, las figuras surgen según modos de representación tradicionales para someter, primero a una figura y después a ambas, a una distorsión en aumento, un enrarecimiento de la escena, que ejemplifica a la perfección la rebelión surrealista.

3. ASUNTOS DE FAMILIA En esta ocasión, se presentan escenas íntimas de la vida familiar del artista malagueño, en ellas se observa a Françoise Gilot leyendo mientras que Claude y Paloma, hijos de la pareja, juegan a sus pies. Claude comparece también a los pies de su madre mientras ésta pinta, en tres grabados en los que ambas figuras son tratadas con audaces distorsiones que no bastan para evitar la ternura protagonista de estos retratados dedicados a Paloma, aferrada a una muñeca, y que constituyen dos notables ejercicios de composición. Finalmente, como un recuerdo de su infancia decimonónica, Picasso nos ofrece cinco visiones de retratos de familias ataviados a la manera del siglo XIX y que tienen como fuente más inmediata la novela, y más tarde obra teatral, “L'auca del senyor Esteve” de Santiago Rusiñol, sátira de la vida burguesa catalana.

4. LA TENTACIÓN DE LA ANTIGÜEDAD La formación académica y academicista de Picasso, cuya formación artística se inicia en un mundo regido todavía por la imitación y la reproducción de los modelos clásicos del arte grecolatino, está en la base de su fascinación, perenne, por los temas del arte de la Antigüedad. Así, en esta sección aparecen las tres Gracias bajo la apariencia de bañistas, centauros apasionados en la década de 1930 y que en la de 1940 se hacen picadores, bacanales, faunos flautistas que son también retratados con enérgicos trazos. La capacidad de los mitos clásicos de aunar en una misma figura, como los centauros y los faunos, elementos humanos y animales, compaginando así raciocinio y puro instinto, sirve para propiciar una lectura psicológica, psicoanalítica, de estas figurasen términos de mera confesión, de autobiografía. 5.

LA PARTIDA DEL CABALLERO Bajo el título de “La partida del caballero” se agrupan una serie de grabados que suponen un enigma dentro de la producción gráfica de Picasso. Ajeno a los temas medievales, aquí el artista muestra a un caballero con armadura que parte, acompañado de un paje y observado por damas e incluso por un prisionero, no se sabe si a un torneo, la guerra o las propias Cruzadas. En la base de estos grabados pueden estar elementos tan diversos como una historieta publicada en el diario L'Humanité, la historia trágica de la muerte, en un torneo, del rey Enrique II de Francia, las ilustraciones de libros de caballerías, una adaptación cinematográfica de la novela Ivanhoe de Walter Scott, o las formas deshumanizadas de los soldados de su cuadro-denuncia Masacre en Corea.

6. MUJERES El artista se ha enfrentado a la imagen de la mujer, objeto de esta sección, desde el lugar de quien al mismo tiempo admira e interroga al sujeto femenino, por ello la figura de la mujer se ha establecido como uno de los temas iconográficos más constantes en su obra. La multiplicidad de modelos femeninos se plasma en escenas en las que la mujer es modelo para un artista que la retrata, en un ejercicio de pintura dentro de la pintura, se entrega, confiada, al sueño, se interroga a sí misma a través del espejo, juega con las apetencias amatorias del hombre, o simplemente a los naipes. Lugar especial ocupa la litografía “Familia de saltimbanquis”, de elaboradísima composición, que se erige en alegoría de la vida a través de la sucesión de diversas generaciones de mujeres en una misma escena.