De vinos, paisajes, ventas y sabor: la historia más desconocida de los Montes de Málaga
Este enclave natural ha sido fuente de tradiciones y costumbres, gastronomía con nombre propio, vinos dulces y un folclore único
Hay un lugar al que los malagueños se escapan para desconectar del día a día y fundirse con la naturaleza: el Parque Natural de los Montes de Málaga. Pero este espacio no solo está lleno de vida natural, senderos y oportunidades para realizar actividades al aire libre; es también un lugar que ha marcado la historia de la propia ciudad. A esto le sumamos una riqueza gastronómica con nombre propio, como es el plato de los Montes.
¿Te vienes de ruta?
¡Vamos allá!
De vinos y paisaje
El pino carrasco es hoy el protagonista de los Montes de Málaga. Pero hubo un tiempo, en la época romana, en que el bosque que había en este espacio natural era una explotación maderera que servía para proporcionar materia prima a los astilleros romanos. Tuvieron que llegar los visigodos para proteger este enclave hasta la llegada de los Reyes Católicos, quienes propiciaron y alentaron el cultivo de la vid.
Los vinos de Málaga eran célebres en todo el mundo, pero la filoxera -plaga que afectó a toda Europa en el siglo XIX- llegó a estas tierras y paralizó la actividad vitivinícola. Esto sirvió para introducir de nuevo el pino carrasco y para construir el conocido como embalse del Agujero, otra de las zonas que no te puedes perder en tu ruta.
Hoy, los Montes de Málaga lucen con toda la viveza que tuvieron en la antigüedad y se alzan como uno de los espacios naturales con mayor riqueza de fauna y flora de la provincia. Pasear por este enclave es llenarse de energía y descubrir un paisaje único.
De tradiciones que perduran en el tiempo: los verdiales
Cada 28 de diciembre (día de los Santos Inocentes), Málaga celebra la Fiesta Mayor de Verdiales en su distrito de Puerto de la Torre. Pero, ¿sabes de dónde procede este arte? Dicen que es uno de los folclores más antiguos de Europa. Su nombre parece derivar del nombre de los olivares de la provincia, de la variedad de aceituna verdial, y está estrechamente vinculado a la zona de los Montes de Málaga. Y es que este género musical (fandango) es propio de la provincia y, especialmente, de los Montes de Málaga, el Valle del Guadalhorce y la Axarquía.
Los verdiales son un cante, un toque y un baile en el que hay numerosos instrumentos de cuerdas y percusión (violín, laúd, guitarra, platillos y pandero) de influencia árabe. Puedes ver más sobre este arte en este vídeo.
La indumentaria de la panda de verdiales es la propia que utilizaba la gente del campo, traje que solo varía con la introducción de un sombrero recargado de adornos: espejillos, flores, cintas o abalorios, que denotan el origen ancestral de la fiesta.
Situada en los Montes de Málaga, en la línea divisoria de vertientes entre el Río de Campanillas y el Río Guadalmedina; justo en la linde de los partidos judiciales de Verdiales y Roalabota, se encuentra la ermita de Los Verdiales, cuyos orígenes se remontan al siglo XVIII. Aquí se encuentra la patrona de los amantes de los verdiales, la Virgen de los Dolores, cuya romería se celebra el Domingo de Ramos.
De ruta gastronómica: platos con nombre propio
Hablar de los Montes de Málaga es contar la historia de sus ventas, restaurantes que se encuentran repartidos por todo este enclave natural, al borde de la carretera. Estos lugares fueron antaño las casas que daban posada y viandas a los viajeros que transitaban por esta zona, que conectaba Málaga con Granada y otros puntos clave del país.
Las ventas se abastecían de la materia prima que había a su alrededor, por eso en sus cartas aún perduran los guisos de caza, espárragos, setas o tagarninas, chacinas y conservas caseras de la propia matanza del lugar. Esta tradición gastronómica se ha mantenido hasta nuestros días y se siguen ofertando prácticamente los mismos platos de los inicios, guardando con celo antiguas recetas que aún hoy se mantienen vivas.
Pero, ¿qué podemos comer en las ventas de Los Montes?
Toma nota:
- Plato de los Montes. Es el plato por excelencia de los Montes de Málaga, compuesto por lomo en manteca de cerdo, huevo frito, chorizo, morcilla, pimiento y patatas fritas. Su origen se remonta a los platos que se servían a los arrieros que cruzaban en burro la provincia en los años 30 y que debían ser energéticos para que pudieran soportar la dureza del trayecto.
- Olla de la Era o berzas. Elaborada con dos tipos de coles y garbanzos, también lleva ternera, pollo, hueso, chorizo y morcilla. También puede llevar calabaza, zanahorias y habas.
- Migas Cortijeras. Esta receta mantiene la forma antigua de cocinarse con pan, chorizo, carne y ajo. Todo se fríe hasta dorarse y se suelen servir con taco de lomo, pimiento y huevo.
- Pata de cabrito asada. Aderezada con laurel, tomillo y con asado de verduras.
- Otros platos típicos de estas ventas son el arroz caldoso, los caracoles, la pierna de cordero, el lechón asado, el solomillo relleno, la pierna de cordero o el confitado de bacalao.
No podemos olvidarnos de mencionar el vino dulce de Los Montes, que se elabora en esta zona y se caracteriza por su color dorado y sabor dulce. Este tipo de vino se incluye en el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Málaga.
Como curiosidad, dentro del Parque Natural de Los Montes de Málaga aún se realiza la tradicional “pisa” de la uva en sitios como el Lagar de Torrijos. Y es que, algunas de estas ventas y restaurantes son hoy patrimonio histórico vivo de Málaga y caja fuerte de recetas y tradiciones que se guardan como oro en paño.