La situación sanitaria vivida recientemente debido a la crisis provocada por el Covid-19 ha provocado alteraciones en nuestra vida durante largos meses. Como en el resto de las ciudades del mundo, Málaga y París se convirtieron en lugares desiertos y sus instalaciones culturales permanecieron cerradas. La calma y el silencio se apoderaron de nosotros.

Una ruptura similar se produjo a nivel individual. Cada persona se vio obligada a llevar a cabo una pausa reflexiva consigo misma, que a su vez suponía una invitación a replantearnos nuestra relación con el tiempo. Sobre todo, con el tiempo que nos dedicamos a nosotros mismos.

Esta experiencia común nos ha parecido que podía constituir una base interesante para proponer una exposición semipermanente de las colecciones del Musée national d’art moderne en el Centre Pompidou Málaga.

La exposición está distribuida en seis capítulos: Tiempo de Ocio, Tiempo de los Intersticios, Tiempo de las Vacaciones, Tiempo Interior, Tiempo de la Introspección y Tiempo de la Confrontación.

El recorrido está consistentemente diseñado para ofrecer al espectador una experiencia real, desde una visión literal del propio tiempo (ocio y vacaciones) hasta enfoques más íntimos, oníricos y sensoriales. Al presentar un ejemplo alegre y ligero, hablamos de la sugerencia de formas de pensar lejos de ser unívocas provocadas por obras polisemáticas.

Las obras presentadas pertenecen a diversas disciplinas y utilizan variados soportes. Abarcan en conjunto un amplio periodo histórico, desde principios del siglo xx hasta nuestros días, e incluyen una significativa representación de obras de mujeres artistas.

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