Esta web utiliza cookies propias y de terceros para recopilar información que ayuda a optimizar la visita, aunque en ningún caso se utilizan para recoger información de carácter personal.

Más información

Reconquista

Buscar
Reconquista

Reconquista

 

De la época Nazarí a la Reconquista

La Málaga nazarí

En esta época vivían en Málaga unas 15.000 personas, la mayoría bajo la ortodoxia religiosa musulmana y una minoría  judaica, mientras que la presencia cristiana se reducía a los apresados que trabajaban en las atarazanas.

La faceta más destacada de la agricultura malagueña estuvo relacionada con la viña y el higueral, comienzos de la gran historia vinícola de la ciudad. El puerto de Málaga también va tomando su importancia al ser la salida del comercio exterior del Reino de Granada.

La reconquista (1482-1499)

Los Reyes Católicos obtienen la victoria en los campos de Lopera donde mueren o son apresados la mayoría de los alcaides y notables de la tierra malagueña.

El 18 de agosto de 1487, en uno de los episodios más sangrientos, es cuando cayó la ciudad en manos de los Reyes Católicos, los cuales sólo permitieron a veinticinco familias permanecer en Málaga, como mudéjares, en el recinto de la morería.

Los mudéjares malagueños (1485-1501)

El musulmán bajo dominio cristiano será conocido como "mudéjar", que significa "domesticado, dominado, al que se le ha permitido quedarse". Entregan la fortaleza, devuelven a los cautivos y se comprometen a seguir pagando impuestos.

Después de 1487, Málaga experimenta cambios importantes en su trazado urbano. Se abre un eje longitudinal al que se añade otro transversal, cruzándose ambos en la "plaza de las cuatro calles", luego plaza Mayor de la ciudad (hoy Plaza de la Constitución). Las transformaciones más profundas tienen lugar en la mitad meridional, donde la apertura de la calle Nueva permite enlazar la Plaza de la  Constitución con la de Puerta del Mar.

Los moriscos malagueños hasta su expulsión (1501-1570)

La Iglesia se desentendió de las tareas evangélicas con los moriscos malagueños, lo cual, unido al carácter fingido de la conversión, haría que el Islam sobreviviera de modo clandestino.