
De tapeo
Si hay algo que define de verdad a Málaga es su capacidad de compartir. Reunirse con amigos o familiares y pedir algunas tapas o raciones forma parte de la cultura malagueña por excelencia, siendo el formato perfecto para probar de todo un poco.
Desde las más tradicionales, como la ensaladilla malagueña o los boquerones en vinagre, hasta aquellas con matices innovadores como el tartar del salchichón de Málaga. Lo cierto es que ir de tapas es común denominador en cualquier época del año. Más que una forma de comer es una forma de vivir y disfrutar en buena compañía de los sabores de Málaga. Además, es fácil encontrar distintas rutas o recorridos guiados con elaboraciones especiales, tanto en restaurantes como en las míticas barras de los bares.
La cultura de compartir: tapas, medias raciones o raciones
Las tapas, originales de las tascas y tabernas de principios del siglo XX, reflejan la identidad gastronómica malagueña y son uno de los elementos más representativos que muestran el carácter cercano y hospitalario de la ciudad. Tapear es una forma de socializar, de alimentarse y de compartir momentos especiales entre amigos o familiares.
Al igual que en su versión extendida -las medias raciones o raciones- es común marcar en el calendario un día para ‘ir a tapear’. Una manera informal de salir a comer o cenar y disfrutar de todos estos platos, casi siempre en la barra, de pie o en mesa. Este tipo de elaboraciones, además, son generalmente asequibles y perfectas para probar la amplísima oferta gastronómica de la capital, tanto en calidad y sabor. Hacerlo en buena compañía es la clave.
Tapas tradicionales
En la barra de cualquier bar o los restaurantes con sello malagueño se encuentra una gran variedad de tapas tradicionales que hay que probar sí o sí. A las más sencillas, como las aceitunas partías o los altramuces, las acompañan otras de receta más elaboradas y esenciales en la gastronomía de Málaga como el ajoblanco, preparado con una base de almendras, pan, aceite, vinagre y ajo, o las albóndigas en salsa de almendras.
Entre las tapas más clásicas también destacan los boquerones en vinagre, la ensalada malagueña, las croquetas o la versión malagueña de la pipirrana o la ensaladilla rusa.
Tapas gourmet
La creatividad y la cocina de autor han permitido desarrollar nuevas recetas basadas en el concepto de tapas gourmet. No sólo se han reinventado algunas clásicas -modificando ingredientes o aplicando técnicas para variar las texturas- también se han creado nuevas tapas aportando un plus de originalidad para hacerlas aún más apetecibles.
Estos mini bocados se encuentran en establecimientos hosteleros repartidos por toda la ciudad y también se crean para ocasiones especiales como rutas gastronómicas, menús de degustación o eventos culturales con motivo de alguna conmemoración u homenaje en la ciudad.