
Malagueñas
A principios del siglo XIX aparece un baile cantado procedente del fandango en la comarca de Málaga que recibe el nombre de malagueña. Este baile se sigue interpretando a lo largo del siglo en toda la geografía andaluza en espectáculos lírico-teatrales, junto a otros géneros muy al gusto de la época (como la zarzuela o algún aria de ópera), llegando a ser muy popular y solicitado por el público.
La Agrupación de Coros y Danzas de España sentó los cánones que hoy se mantienen como base de la estructura esquemática del baile de la llamada malagueña de fiesta, un concepto perfectamente definido y explicado que convierte el cante por malagueñas en una graciosa pieza bailable con un bello contenido poético-folclórico en la mayoría de los casos de carácter costumbrista.
Uno de los artífices de esta transformación musical es José María Alonso, que a finales de la década de los setenta y a principios de los ochenta orienta con su trabajo y el de otros cantautores contemporáneos un canon a seguir a la hora de componerse una malagueña de fiesta.