Según la compositora Pilar Miralles, su obra Cuaderno de bitácora está integrada por pequeñas piezas basadas cada una en las siete notas de la escala diatónica en sentido ascendente que mantienen una narrativa de principio a fin aunque sin conexión motívica entre ellas. No tiene una intención programática y sí un sentido abstracto para el oyente al dejar que éste le dé el significado que determinen su percepción y propias emociones.
Con claras influencias liederísticas, la Primera sinfonía de Gustav Mahler albergó como primera intención ser un poema sinfónico de elevadas abstracciones, hasta la primera edición aparecida en 1898, en las que la naturaleza está siempre presente. El sobrenombre de ‘Titán’ viene motivado por la admiración que tenía el músico de la novela del mismo título perteneciente a gran escritor alemán conocido popularmente por Jean Paul (Johann Paul Friedrich Richter), por quien sentía una gran afinidad, dada su fantasía, extraño humor y emotividad. Una especie de guía para su seguimiento fueron pensados por el compositor con posterioridad a su estreno fundamentalmente porque, según  sus comentarios, “mis amigos me persuadieron de proporcionar una especie de programa para hacer más fácil la comprensión de la sinfonía”.

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